martes, 13 de mayo de 2008

" Censura En Chubut "

Nos Llego Un Email Con Esta Nota Periodistica Sobre El Aún Inpúne CASO GANGEME ... Nos Informaron Que Este Articulo No Fué Publicado En Un Diario Local ... Los Argumentos Para Su Censura Previa Fueron " ... DE GANGEME NO SE HABLA ... " Y Esto Nos Lleva A Sacar Una Sospechada Conclusión ... ¿ Existe La Censura En Nuestra Provincia ?
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A nueve años del crimen de Ricardo Gangeme, el ultimo golpe a la prensa argentina.

El otro Cabezas.

Entró al bar Excedra del centro de Trelew como de costumbre, poco después de la medianoche. Tomo whisky, converso con los amigos de siempre y se fue. Ricardo Gangeme no sabía que la muerte lo esperaba en la puerta de su casa esa misma noche. Frente al edificio en el que vivía, a una cuadra y media de la comisaria primera, detuvo a la 01:30 de la madrugada su Chevrolet Vectra blanco. Alguien se le acerco. Era un conocido. Gangeme bajó la ventanilla del auto, intercambio algunas palabras y el asesino coloco la pistola calibre 38 sobre su sien izquierda y disparó. Luego se perdió con la complicidad de una oscura calle por la que alcanzaron a verlo correr tres testigos –un taxista, un canillita y un pizzero-, pero nunca llegaron a identificarlo.
Fue el 13 de mayo de 1999, un día que sin lugar a dudas debe ser recordado como el más atroz para la prensa patagónica. Gangeme era entonces director y propietario de “El Informador Chubutense”, un semanario que había ganado la atención de los lectores por sus denuncias de corrupción y una frase bien distinta en la portada que rezaba: “Único medio que no recibe publicidad oficial”. La tirada se había incrementado en muy pocos meses de 500 a 2000 ejemplares que, según un viejo canillita de Trelew, “se vendían como pan caliente” todos los sábados.

No había sido un robo, porque la victima llevaba encima 1.500 pesos y cheques, pero el agresor tenia como único objetivo matarlo. Al día siguiente hubo una marcha para pedir justicia en la plaza Independencia, epicentro del pueblo. El entonces presidente Carlos Menem y toda la política nacional y provincial repudiaron el crimen y prometieron “investigar hasta las ultimas consecuencias”, algo que evidentemente no ocurrió.

Su historia.

Gangeme había estado toda su vida en Buenos Aires, donde por 15 años fue director del diario Crónica y amigo personal de su propietario, Héctor Ricardo García, con quien termino peleado. Este fue quizás el motivo por el cual no apareció nunca en la pantalla roja de Crónica TV un cartel con la leyenda “No se olviden de Gangeme”, similar al que García dedico al fotógrafo José Luís Cabezas y al suicidado doctor René Favaloro.
Era un hombre con mucha personalidad y capacidad. En 1995, desocupado, decidió tomar nuevos rumbos y se radico en Chubut para dirigir el diario Jornada, el segundo mas importante de la provincia, propiedad de su amigo Carlos Spadone, copropietario de Bodegas Menem y asesor del ex presidente justicialista.
En Jornada comenzó a escribirse la historia de la muerte de Ricardo Gangeme. Spadone, que había adquirido el diario con un pasivo de casi 1.000.000 de pesos, se asocio a Héctor Hernándes, un poderoso empresario de la provincia, que la bajo el pulgar a Gangeme dentro del medio grafico.
A fines de 1998 el ex director de Crónica fundo el semanario El Informador Chubutense, que causo revuelo, porque denunciaba casos de corrupción que involucraban a políticos, empresarios y profesionales. También ventilo intimidades del gobierno de Carlos Maestro y mostro a la opinión publica los gastos irregulares de la administración radical.

El Caso.

Luego de seis meses de investigación, en noviembre de 1999 el titular del juzgado de instrucción Nº 2 de Trelew, Florencio Minatta, dicto la prisión preventiva de seis personas. Según los fundamentos de su sentencia, la hipótesis mas solida era que el periodista había sido asesinado por investigaciones que realizaba desde su semanario. En las últimas ediciones de “El Informador Chubutense” Gangeme publico, entre otros temas controvertidos, información sobre tres causas judiciales abiertas contra la dirección de la Cooperativa Eléctrica de Trelew a raíz de irregularidades cometidas en la compra de suministros al Corralón Fernández.
Durante el desarrollo del proceso, tres de los imputados fueron desvinculados de la causa por considerarse que no había pruebas suficientes contra ellos. En tanto, recién el 12 de setiembre de 2002, la Cámara Primera en lo Criminal, integrada por los doctores Roberto Portela, Daniel Rebagliati Russell, Juan Ángel Di Nardo, absolvió a Gustavo Smith, Daniel Vitti y Alejandro Zabala. Los tres estuvieron presos acusados de formar una banda que había planeado el crimen del periodista, que se mantiene impune.

El fallo.

A pesar de admitir un sinnúmero de testimonios falsos, el documento emitido por el tribunal que sometió a juicio a los únicos tres imputados resalta claramente la falta de relación entre el arma secuestrada y los restos del proyectil, que fue analizado en varias oportunidades por especialistas del Instituto Balseiro, de la Policía del Chubut, de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional. Todos los informes coincidieron en que el tamaño ínfimo de las esquirlas extraídas del cráneo impidió analizarlas completamente y dar certeza de la relación arma-proyectil.
Pablo Gangeme, hijo del periodista, manifestó a Rumbo Sur “las dudas entorno a la investigación” y resalto además que “pudo haber pruebas que se modificaron o directamente desaparecieron”. Pablo designo como representante legal para llevar adelante el pedido de esclarecimiento y justicia sobre la muerte de su padre a Alejandro Vecchi, abogado de la familia de José Luis Cabezas.


Ataques.

El crimen de Gangeme es el mensaje más mafioso que pudo haber recibido el periodismo patagónico en los últimos años. Y forma parte de las casi 200 muertes de hombres de prensa en los últimos diez años denunciados por la Sociedad Interamericana de Prensa. “Esta forma de censura, la mas arcaica y brutal de conculcar la libertad de prensa y la libertad de expresión, no solo constituye la desaparición física del mensajero, sino también la del mensaje, la de la información, o sea la eliminación total del objetivo esencial del periodismo”, sentencio al respecto el escritor Ernesto Sábato.
Por su parte, la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), explico en su último informe anual que los ataques a los comunicadores sociales “tratan de infligir miedo a los hombres y mujeres de prensa para evitar que continúen cumpliendo con la tarea esencial de informar a la ciudadanía (…). Este tipo de ataques a la libertad de expresión no termina de erradicarse, lo cual genera un riesgo potencial, que resulta de asumir esta situación como algo natural de la actividad periodística”.

Fuente: Revista Invisible. www.underprensa.blogspot.com

1 comentario:

Unknown dijo...

Hoala mi nombre es ana y quisiera contactarme con algueien de periodismo alternativo patagonco, agradezco si me pueden pasar un mail
atte
Ana